Un cribado es una prueba preventiva que detecta enfermedades o riesgos en personas asintomáticas. Su objetivo es identificar condiciones como cáncer, diabetes o hipertensión en etapas tempranas. Está indicado para grupos de riesgo según edad, género o historial médico. Lo realizan médicos generales, ginecólogos, cardiólogos u otros especialistas, dependiendo de la enfermedad evaluada.